



El desarrollo de identidad
El desarrollo de identidad puede moderar la relación entre la presión de grupo y las conductas de riesgo: adolescentes con más compromiso de identidad, se involucraron en menos conductas de riesgo que los adolescentes con un bajo compromiso de identidad (Dumas, Ellis, Wolfe, 2012). En general, con el desarrollo de una propia identidad sólida, los adolescentes sabrán resistir mejor al presión de grupo, incluso cuando se trata de participar al bullying. Entonces centrarse en el desarrollo de la propia identidad de cada alumno será útil para que haya menos agresores, defensores o asistentes de agresores, para que haya más defensores de víctimas y para que los no comprometidos se atreven a intervenir.
La presión del grupo
La presión de grupo puede ser un motivo para conductas de riesgo en la adolescencia (Kloep, Güney, Çok, Simsek, 2009), pero también para participar al bullying. Si los agresores son percibidos como populares y poderosos, costara mucho frustrar sus conductas. Al contrario, puede parecer adaptivo distanciarse de las victimas con estatus bajo (Salmivalli, 2010). Aquí los profesores tienen el papel importante de defender la diversidad, y de estimular el desarrollo de identidad de cada uno, aceptando su manera de ser.
El yo y el gupo
La presión de grupo puede existir en cada grupo, pero hay fases del desarrollo en que somos más sensibles a su
influencia, y la presión parece más fuerte. Son fases en que vivimos cambios importantes, como sobre todo durante la adolescencia: independientemente de estar listo o no, el cuerpo empiece a cambiar y ya no nos tratan como antes. Ya no somos niños, si lo queremos o no, pero tampoco somos adultos. Este fase del desarrollo coincide con una búsqueda de una nueva identidad. Claro que, en el momento que no sabemos quienes somos, nos sentimos más seguros copiando la identidad de un grupo.
Esa presión de grupo, puede ser una razón para no intervenir cuando somos testigos de bullying o peor, para empezar a participar como asistente o reforzador del agresor. Como desarrollamos un gran parte de nuestra identidad en la escuela, es muy importante un clima scolar abierta que da el ejemplo de tolerancia y respeto. Además, la escuela, aúnque no sea el unico factor, tiene oportunidades importantes para guidar y estimular el desarrollo de identidades propias. No tener verguënza, al contrario, ser orgullosos de quienes somos, es la mejor arma para enfrentar al presión de grupo y es algo que tenemos que aprender desde pequeño en un contexto social, como la escuela.

