
¿Qué podemos hacer las familias?


¿Está siendo mi hijo acosado?
Señales de alerta
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Se queja frecuentemente de dolores de cabeza,estómago...
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Ha cambiado repentinamente de comportamiento(moja la cama, problemas de sueño, pesadillas,tartamudeo, tics, etc.)
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Parece ansioso, temeroso, malhumorado, triste; seniega a explicar que le pasa
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No quiere ir al colegio
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Vuelve de la escuela con arañazos, moratones,desperfectos en la ropa o en sus objetospersonales, sin una explicación convincente de losmismos. Alega excusas improbables
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Se niega a ir en el autobús de ruta al colegio, ruegaque le lleven en coche
Otras señales....
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“Pierde” a menudo objetos personales, o los trae devuelta dañados o destrozados
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Ha perdido de pronto el interés por los deberes, por las tareas escolares
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Tiene muy pocos amigos o ninguno: casi nunca loinvitan a fiestas o a otros actos sociales
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Parece estar contento durante los fines de semana,pero no durante los días lectivos
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Está obsesionado por su altura, su peso, su ropa, etc.
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Ha empezado a acosar a otros niños o hermanos:está agresivo, rebelde, poco razonable
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Habla de huir de casa, de suicidarse.

1.¿Qué hemos de hacer para prevenir el maltrato entre iguales?
1.1 Interesarnos y dar importancia a todo lo referente al desarrollo personal e interpersonal de nuestro/a hijo/a
Debemos interesarnos por su satisfacción personal e interpersonal, por sus sentimientos y no sólo por los estudios: ¿qué has hecho en el recreo?, ¿qué tal con tus amigas?, ¿cómo te has portado con la profesora de Inglés?, ¿con quién has venido para casa? Las familias, a menudo, no prestamos la debida atención a las relaciones interpersonales de nuestro/a hijo/a con otros amigos y compañeros; nos interesamos más por sus resultados académicos. Sin embargo, para su bienestar y para que su crecimiento y desarrollo psicológico sea adecuado, es muy importante cómo se relaciona con sus iguales.
1.2. Preocuparnos y hablar explícitamente con los/as hijos/as del maltrato entre iguales y de otros posibles problemas.
Es preciso comentar sobre el tema, charlar sobre qué hacer si les ocurre algo así, darles pistas y orientaciones, etc. Además, es necesario aprender a reconocer signos de tu hijo/a como víctima, como intimidador/a o como espectador/a. Es preciso aprender a percibir y dar importancia a conductas extrañas o inadecuadas como:
• Está triste, ha cambiado su estado de ánimo.
• Problemas con la comida (por exceso o defecto), con el sueño (duerme mal o poco).
• Está muy irritable (antes no lo estaba).
• Se muestra agresiva/o o muy mandón/a con hermanos/as menores.
• Está más distraído/a, ensimismado/a, “ido“.
• No tiene amigas o amigos para quedar o salir en los tiempos de ocio.
• No controla sus enfados.
• Es demasiado impulsiva.
• Pone disculpas para faltar al centro.
• “Pierde“sus objetos personales con demasiada frecuencia.
• Tiene lesiones que explica con argumentos no convincentes (me caí, me tropecé, fue jugando).
1.2.1. Tener en cuenta las peculiaridades de la etapa evolutiva de la adolescencia
Desde luego es necesario conocer qué les pasa a l@s adolescentes porque nos será más fácil poner en juego las habilidades parentales adecuadas para esta edad; así, por ejemplo, habrá que respetar sus cambios de humor, sus deseos de intimidad, su aspereza afectiva en unos momentos, ¡que no está reñida con sus ganas de mimos y cercanía afectiva en otros!
1.2.2. Revisar nuestro estilo y dinámica familiar
Es preciso analizar y reflexionar aspectos como:
• ¿Qué clima familiar hay en nuestra casa?
• ¿Qué tipo de disciplina utilizamos?
• ¿Estoy siendo un modelo del comportamiento de víctima para mi hija/o?
• ¿Estoy siendo un modelo del comportamiento de intimidador/a para mi hijo/a?
• ¿Cómo es la comunicación en casa?, ¿hablamos y dialogamos o simplemente les sometemos a un interrogatorio?
1.2.3. Mejorar y potenciar la comunicación y colaboración con el centro educativo
Para contribuir a la educación y al desarrollo adecuado de nuestro/a hijo/a es preciso tener más contacto y establecer más vías de comunicación con el/la tutor/a y aumentar la colaboración, implicación y participación en las actividades del centro como reuniones, actividades extraescolares, AMPA (Asociación de madres y padres de alumnos), tratando de potenciar las escuelas de familia en el centro.
1.2.4. ¿Qué harías si tu hijo/a estuviera en esta situación?
1.- Lee con atención las historias que les suceden a Berta, Alí Ismail, Jesús, Eva, Sandra, Lucas y Rubén.
2.- Háblalo con tu hija/o; coméntalo en tu familia.
3.- Lee el siguiente apartado ¿Qué puedes hacer? y encontrarás orientaciones y sugerencias que te servirán de ayuda.
2.¿Qué puedes hacer?
Orientaciones y sugerencias de algunas cosas que puedes hacer si eres madre o padre de un/a chico/a víctima, agresor/a o espectador/a del maltrato entre compañeros/as.
A. Sospecha o conocimiento de maltrato entre iguales
(Como consecuencia de conducta observada en tu hijo/a, de una información de amigos, compañeros de tu hijo/A, del profesorado o de la revelación directa o indirecta de tu hijo/a)
B. Observa más, indaga, recaba más información
(De tu hijo/a y/o de sus compañeros/as, del profesorado o a través de los padres de otros compañeros)
• Pregunta a tu hij@, a sus herman@s, a sus compañer@s y amig@s
• Comunica, informa y pide ayuda (No lo podéis resolver solos en casa)
• Mantened la calma. Déjate aconsejar
• No tenéis que actuar directamente con el/la agresor/a o con su familia
• Habla con el/la tutor/a, equipo directivo, orientador/a o equipo de orientación educativa y psicopedagógica
• Consulta con la unidad de Convivencia de la Consejería de Educación 900 71 33 17
• Formula una denuncia o acción legal, si lo creéis conveniente
C. Participación en la intervención
Durante todo el proceso, es preciso que colaboréis activamente junto al profesorado. Es la mejor manera de ayudar.
Apoyad a vuestro hijo/a en todo momento
3. Si eres madre o padre de un/a chico/a víctima
• No esperes a que tu hijo/a te diga que ha sido víctima; cuando los agresores/as eligen su blanco van a por él/ella y lo intimidan y maltratan en silencio.
• Habla con tu hijo/a del maltrato entre iguales, explícale cómo sucede, su dinámica y pídele que te avise tan pronto como le pase. Dile que antes de hacer nada siempre hablarás con él/ella sobre lo que se debe hacer.
• Aprende a reconocer signos de que tu hijo/a puede llegar a ser víctima: daños y pérdidas en la ropa y en sus posesiones, rechazo repentino a ir al colegio o pone disculpas para faltar, cambios en su costumbre al hablar, cambios en los patrones desueño, cambios en la alimentación, cambios en el rendimiento académico, mayor secretismo, mayor incomunicación, llegar a mojar la cama, cambios en el humor, cambios en sus rutinas, etc. Tu hijo/a está triste, irritable, distraído/a, “ido/a”, no tiene amigas o amigos para quedar o salir en los tiempos de ocio.
• Mantén la calma. Actúa rápido, pero con la mayor tranquilidad posible.
• Dirígete al centro educativo en que está tu hijo/a, informa de la situación y pide ayuda, orientación y consejo al tutor o tutora, al Equipo Directivo, al Departamento de Orientación y/o al Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica.
• En todo momento,
- Escúchalo.
- Apóyalo incondicionalmente.
- Ofrécele tu confianza.
- Valórale las pequeñas conductas de afirmación personal.
• Permanece en contacto con el centro y participa activamente junto al profesorado en la intervención que se planifique.
• Si habéis dado todos los pasos necesarios y en el centro no se afronta debidamente la situación, puede que sea el momento de tomar alguna acción legal contra los agresores/as. Ninguna institución escolar puede permitir que sus chicos y chicas se vean sometidos al acoso o maltrato de sus compañeros/as.
4. Si eres madre o padre de un/a chico/a agresor/a
• Debéis abordar la situación francamente, y si es posible, de forma conjunta el padre y la madre.
• Informad y demostrad a vuestros hijos e hijas, con vuestro comportamiento, que estáis claramente en contra de la intimidación y el maltrato.
• Aprende a reconocer signos de que tu hijo/a puede llegar a ser intimidador/a: es muy agresivo/a, siempre quiere llevar la razón, es dominante, no se pone en el lugar de las otras personas, sus amigos/as y hermanos se quejan de su conducta prepotente, se jazta de sus acciones agresivas.
• Pondera en su justo término la gravedad del problema; infórmate de cuándo ocurre, con qué frecuencia, en qué sitios.
• Mantén la calma. Actúa rápido, pero con la mayor tranquilidad posible.
• Dirígete al centro educativo en que está tu hijo/a, informa de la situación y pide ayuda, orientación y consejo al tutor o tutora, al Equipo Directivo, al Departamento de Orientación y/o al Equipo de Orientación Educativa y Psicopedagógica.
• En todo momento,
- Escúchalo.
- Apóyalo incondicionalmente; dejad claro a vuestro hijo que lo queréis y lo apoyáis; lo que rechazáis es su conducta.
- Ofrécele tu confianza.
- Apoya cualquier pequeño cambio de actitud frente a la
intimidación.
• Pídele que cese su conducta.
• Invítalo a que se ponga en el lugar de la víctima.
• Si la intimidación se ha producido en grupo, pídele que rompa los vínculos con esos/as compañeros/as abusadores/as. Trata de ofrecerle otras vías de integración social fuera de esos grupos.
• Aborda con tu hijo/a la posibilidad de sanciones que se puedan derivar de su conducta.
• Permanece en estrecho contacto con el centro y participa activamente junto al profesorado en la intervención que se planifique.
5. Si eres madre o padre de un/a chico/a espectador/a
• Ayúdalo para que sea consciente de que es un/a espectador/a, de que está conviviendo con la injusticia, la falta de solidaridad y la crueldad y ¡qué no hace nada, o casi nada, para evitarlo!
• Invítalo a que se ponga en el lugar del/de la víctima y analice cómo se siente cuando la maltratan y la intimidan.
• Haz que comprenda que él/ella puede ayudar con su información, testimonio, petición de ayuda, apoyo... hasta con sus gestos; no es cuestión de meterse directamente a resolverlo.
• Reflexiona conjuntamente con tus hijos/as para ayudarlos a que tomen sus decisiones: callar y manejar la culpabilidad y el cargo de conciencia de no ayudar a las y los débiles, o decidir que van a actuar y afrontar sin miedo, posibles consecuencias y riesgos de ser victimizado/a o ser excluido/a.
• Ayúdalo a parar la situación y a denunciar los hechos.
• Procura que se conciencie de que no puede ignorar y pasar de estas situaciones en las que algún compañer@ lo está pasando mal y que ha de adoptar una actitud contraria a la intimidación y solidaria con la víctima.
• Invítalo a que sea solidario. Estimúlalo para que desarrolle conductas de ayuda, apoyo y consuelo hacia las víctimas.
• Hazle caer en la cuenta de que el/la intimidador/a también necesita ayuda.
• Estimúlalo para que se involucre en actividades de voluntariado, de ayuda, de participación y de implicación en cultura antiviolencia y anti-bullying.
Puedes encontrar más información en los documentos oficiales:
Programa de sensibilización contra el maltrato entre iguales
¿Qué podemos hacer como padres y madres?
1. De manera general
Hablar cada día con vuestro hijo
Hablar sobre cómo afrontar los problemas
Actuar de forma coherente con la escuela
Mantener una comunicación fluida con los profesores
Colaborar en todas las iniciativas que lo permitan
Dar modelos positivos
Educarlo en unos valores de respeto, tolerancia y
solidaridad
Enseñarles formas posibles de intervenir ante el maltrato
de otros compañeros, no sólo amigos
Definir unas normas claras y consistentes
Darle oportunidades de construir amistades
Favorecer que tenga alguna afición
2. Si vuestro hijo está siendo víctima de maltrato
Hablar tranquilamente con él sobre sus experiencias.
Prestar atención a lo que cuenta en especial, quién está implicado, con qué frecuencia ocurre, dónde y qué ocurre.
Reforzar a vuestro hijo por haber contado lo que le ocurre. No le culpabilices por lo que le pasa
Animar a vuestro hijo a que cuente a los profesores cualquier incidente que vuelva a suceder
Ir a hablar con su tutor o profesores y explicarle la situación
Hacerle sentirse valorado cuando consiga algo
Enfrentarse al agresor o dirigirse a sus padres puede crear más problemas al chaval. Es la escuela la que debe tomar la responsabilidad de contactar con los padres del agresor.
3. Si vuestro hijo está siendo agresor
Hablar con él: explicadle claramente que lo que está haciendo es inaceptable y hace infeliz a otros chicos
Hacerles ver que aún les queremos, que lo que no nos gusta es su conducta
Evitar que otros miembros de la familia utilicen la fuerza o comportamientos agresivos para conseguir lo que quieren
Enseñar a vuestro hijo cómo se puede relacionar con otros chicos
Reuniros con los profesores o el tutor de vuestro hijo: buscad soluciones conjuntas
Preguntar regularmente a vuestro hijo cómo le va en la escuela (no sólo acerca de su rendimiento académico)
Reforzad a vuestro hijo cuando se comporte de forma cooperativa o agradable con los demás

